• El mercado 7 de noviembre se convertirá en parte de la historia del pueblo zapoteca.
Faustino Romo Martínez.
Fotos: Diana Manzo
A partir de esa fecha, el mercado será parte de la historia del pueblo de Ranchu Gubiña, en donde desde hace más de 60 años, los habitantes coincidían en la compra de alimentos y productos.
Desde luego que para poder hacer que los comerciantes accedieran a la remoción, se les ofreció otro espacio, por lo que a partir del día martes 13 de febrero, se ubicarán frente al parque central de la población.
Sin embargo, el lugar quedará en el recuerdo de su gente, pues fue además un espacio de hermandad, no nada mas entre los unihidalguenses, sino entre los vecinos de otras poblaciones.
“Desde pequeño tengo grabado unas bellas imágenes en mi memoria, cuando Na’ Tina mi señora madre, se dedicaba a «moler» (hacer tortillas al horno, memelas y totopos) y los sábados cuando aún dormíamos, por no tener clases en la escuela, llenaba un «canasto chaparro» la envolvía con una servilleta de tela enorme, que no era más que la misma manta de costal de harina de aquellos tiempos”, recuerda
“Al llegar a casa desenvolvía la manta blanca y lo que salía de ahí era un manjar, al menos para los pequeños de aquel entonces, pan de caballitos, «nueganitos» (así siempre le decíamos de pequeño), tostaditas con coco rayado, cubiertos, empanaditas de leche, curados y quién sabe que tanto. Para el desayuno traía relleno de pollo, «mantequilla» con queso, chiles rellenos entre muchas otras delicias de nuestra tierra”, asegura.
“Ahora mi madre ya está grande, y solo viven en su memoria tantos gratos recuerdos de la «estación». Ya no podré correr hacia la casa de los vecinos porque ya todo está bardeado, pero con la misma inocencia de aquel pequeño, no puedo evitar que las lágrimas corran por mis mejillas mientras cuento esto, si yo, que no tuve injerencias en ello, me siento así, no sé cómo se sentirán los que de la «estación» dependieron y sobrevivieron”, agregó.
Historias como estas quedarán en la memoria y corazón de las gentes que en el día a día, su vida se realizaba en las instalaciones del “mercadito de la estación”, su nombre 7 de noviembre se preservara en las nuevas instalaciones, sin embargo, nada será igual.