El sincretismo religioso con el que el pueblo ikoots de San Mateo del Mar vive sus tradiciones de todos santos es muy especial, se desconoce desde cuándo y dónde inició la tradición de volar papalotes para encontrarse con el ánima de los muertos y traerlos de regreso a casa, en donde se les ofrece una ofrenda, con agua, flores y sus alimentos y bebidas preferidas.