La Terraza
Faustino Romo Martínez.
Juchitán, Oax.- ¡Que tal!, ya estamos de regreso en La Terraza y en esta ocasión es para compartir el mensaje del presidente de Uganda Kaguta Museveni, un discurso a su pueblo con motivo de la pandemia del Covid-19.
De acuerdo a la información de la Organización Mundial de la Salud (OMS) hasta las 9:00 horas del día 21 de enero de 2021 se tienen registrados en el mundo 95 millones 321 mil 880 casos confirmados y 2 millones 058 mil 227 muertes.
En México son ya un millón 688 mil 944 casos confirmados, 92 mil 349 casos activos y 144 mil 371 muertes.
Para Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de Salud (OPS), la pandemia en 2021 bien podría ser mucho peor que 2020 si relajamos las medidas
Señaló que solo en la última semana, 2,5 millones de personas se infectaron de COVID-19 en la región, la cifra más alta de casos semanales desde que el virus llegó por primera vez a nuestras costas.
“Prácticamente todos los países de las Américas están experimentando una aceleración en la propagación del virus” agregó Etienne.
Ante este escenario el mensaje del presidente de Uganda, Kaguta Museveni se veulve inteligente, emotivo, cercano, conmovedor y sobretodo muy realista.
A continuación te lo compartimos para que lo analices y concientices sobre esta terrible situación a la que nos enfrentamos.
«Dios tiene mucho trabajo, tiene que cuidar a todo el mundo. No puede estar aquí en Uganda cuidando idiotas…»
En una situación de guerra, nadie le pide a nadie que se quede en casa, usted se queda en casa por elección. De hecho, si tienes un sótano, te escondes allí mientras persistan las hostilidades.
Durante una guerra, no insistes en tu libertad, voluntariamente la abandonas a cambio de sobrevivir.
Durante una guerra, no te quejas del hambre, si tienes hambre rezas para sobrevivir, para poder volver a comer algún día.
Durante una guerra, no discutes sobre tu derecho de abrir tu negocio. Cierras tu tienda sin pensarlo, corres por tu vida y rezas de nuevo para sobrevivir a la guerra, esperando volver a tu negocio, rogando que no haya sido saqueado o destruido por fuego de los morteros.
Durante una guerra, estás agradecido con los Dioses por ver otro día en la tierra de los vivos.
Durante una guerra, no te preocupas si tus hijos no van a la escuela, ruegas para que el gobierno no se los lleve a la fuerza para entrenarlos como soldados en las instalaciones de aquella escuela que convirtieron en depósitos militares.
El mundo entero se encuentra actualmente en un estado de guerra. Hay gente que aún no lo entiende. Una guerra sin armas y sin balas; Una guerra sin soldados humanos; Una guerra sin fronteras; Una guerra sin acuerdos de alto al fuego; Una guerra sin una sala de guerra; Una guerra sin zonas restringidas y sagradas.
El ejército en esta guerra no tiene piedad, ni bondad humana; no respeta a los niños, a las mujeres ni los lugares de culto. Este ejército no está interesado en botines de guerra, no tiene intención de cambio de régimen, no le preocupan los recursos minerales valiosos debajo de la tierra, ni siquiera le interesa la hegemonía religiosa, étnica o ideológica. Su ambición no tiene nada que ver con la superioridad racial. Es un ejército invisible, despiadado y despiadadamente efectivo.
Su única agenda es una cosecha de la muerte. Solo se sacia después de convertir el mundo en un gran campo de muerte. La capacidad que tiene para lograr su objetivo no está en duda. Sin máquinas terrestres, anfibias y aéreas, tiene bases en casi todos los países del mundo. Su movimiento no se rige por ninguna convención o protocolo de guerra. En resumen, es una ley en sí misma. Es el Coronavirus. También conocido como COVID-19 (porque anunció su presencia e intención destructivas en el año de nuestro Señor 2019).
Afortunadamente, este ejército tiene una debilidad y puede ser derrotado. Solo requiere nuestra acción colectiva, disciplina y paciencia.
El COVID-19 no puede sobrevivir al distanciamiento social y físico. Solo prospera cuando lo enfrentas. Le encanta ser confrontado. Sucumbe frente al distanciamiento social y físico colectivo. Se inclina ante una buena higiene personal. Es impotente cuando tomas tu destino en tus propias manos manteniéndolas desinfectadas tan a menudo como sea posible.
Este no es un momento para llorar por el pan y la mantequilla como niños mimados. Obedezcamos y sigamos las instrucciones de las autoridades. Aplanemos la curva de COVID-19. Ejercitemos la paciencia. Seamos los guardianes de nuestros hermanos. En poco tiempo, recuperaremos nuestra libertad, nuestras empresas y nuestra socialización.
En medio de la EMERGENCIA, practicamos la urgencia del servicio y la urgencia del amor por los demás.
Dios nos bendiga a todos.
Estas son las palabras del presidente de Uganda, palabras que sin duda hay que escuchar, volver a escuchar, leer, re leer.
Este ejercito puede ser derrotado, requiere de nuestra acción colectiva, disciplina y paciencia e interés por el bien de todos.
¡Que tal!, ojalá que este mensaje sirva para que hagamos conciencia de la importancia de seguir implementando las medidas de salud, sobre todo la sana distancia, el uso del cubrebocas, el lavado de manos frecuentes y la utilización de alcohol en gel.
Hoy en Oaxaca se tiene registrados 32 mil 540 casos confirmados y han perdido la vida 2 mil 363 personas, hay 4 mil 631 casos sospechoso, de estos en la región del Istmo se tienen como confirmados 2 mil 726 y 370 muertes, hay 20 hospitales con el cien por ciento de ocupación, mientras que otros van desde el 35 al 75 por ciento, pero no esperes a necesitar una cama en los hospitales, mejor cuídate y cuida a los tuyos, pues esta enfermedad ya es considera como endémica, lo que quiere decir que estará toda la vida, como el catarro común, la influenza, el sarampión y muchas más.