• Este 2020 con una connotación muy especial por todo lo ocurrido entre ello la pandemia de Covid-19.
• A las 12:00 de la noche con la quema del viejo, se pide que se lleve con él los malos momentos y recuerdos para dar paso al año nuevo.
Faustino Romo Martínez.
Juchitán, Oax.- Como cada año los juchitecos se preparan para despedir el año, por lo que con la quema del viejo (huelu), los juchitecos celebran la llegada del Año Nuevo. La creación de estos muñecos , simbolizan el fin de un ciclo, por lo que se quema a la media noche, entre el 31 de diciembre y los primeros minutos del nuevo año.
Y este año esta tradición que miles de familias viven como un ritual de dejar ir a lo viejo y dar la bienvenida a lo nuevo, como el comienzo o la resurrección de nuevas metas, tiene una connotación especial debido a la pandemia del Covid-19, que a enlutado a muchas familias, por lo que a las 12:00 de la noche con la quema del viejo, se pedirá que se lleve con él los malos momentos y recuerdos de este año.
Esta tradición es una de las más arraigadas de América Latina y en el Istmo cada fin de año hace que las familias se reúnan para ver cómo se consume por el fuego todo lo malo, los problemas, lo viejo y cómo a través del mismo fuego se purifica y da comienzo a un año nievo, a la esperanza y fe de que las cosas serán mejores
“Este año, como todos los años, exhibo diferentes tipos de viejos, de acuerdo a la temática que yo escoja, el año pasado tuve la inquietud de hacer un huelu, un viejo gigante, para proyectar más la tradición de los viejos de fin de año y también para moverlo más y al mismo tiempo como un reto para mi, pero este año se me ocurrió rendirle homenaje a nuestros abuelos, a las personas de la tercera edad, yo los respeto mucho, por lo que este año esta fue la temática.
Comentó que la elaboración realizó en el patio de su casa, para luego colocarlo en este espacio en donde podrá ser admirado como cada año, utilizando diversos materiales reciclados como cartón, unicel, varillas de acero, armex, acero reciclado, alambrón, alambre, papel de bolsas de cemento, entre otras cosas.
Por lo que hizo la invitación a todas las familias que quieran participar en la noche durante la quema del viejo, en el lugar de costumbre sobre la Avenida Oaxaca y el boulevard “José F Gómez” a un costado de las vías del Ferrocarril en al segunda sección de la Juchitán.
Siendo así que mientras en las bocinas se escucha la canción del año viejo de Tony Camargo que dice: Yo no olvido al año viejo; Que me ha dejado cosas muy buenas. Ay, yo no olvido al año viejo; Porque me ha dejado cosas muy buenas, el viejo se quema y con él los malos momentos y recuerdos para dar paso al año nuevo.
Los viejos se pueden observar en plazas, calles, carreteras, patios, bajo los árboles, junto a las puertas, ahí es donde aparecen esos muñecos llenos de un encanto extravagante, improvisados al calor de unos aguardientes para animar la fiesta, para entretener el rato, para recordar cómo ya se anuncia, más que el año nuevo, la despedida de otro donde ha quedado enredado mucho de nuestra vida.