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ESCENARIO POLÍTICO

‘El Bronco’ o la democracia sin partido

Escenario Político

Gubidxa Guerrero

Distintos sectores han propugnado por las candidaturas independientes, sabedores del descrédito de la llamada ‘partidocracia’ mexicana, a la que suele pertenecer quien más dinero tenga.

“Un político pobre es un pobre político” sentenció alguien de nuestro país. Esa frase describe muy bien lo que, para algunos, es la carrera del servicio público.

Ante la pérdida de credibilidad de los partidos políticos, muchas voces han exigido las candidaturas independientes para cumplir cabalmente un precepto constitucional: el derecho a votar y ser votado. Pero la Constitución no dice que los institutos políticos sean la vía para acceder al poder…

Los partidos han acaparado y han “administrado” el derecho de postularse. En el mejor de los casos, condicionan al candidato a cumplir, no una agenta política, sino una serie de compromisos cuestionables. En el peor, sencillamente le venden la candidatura. Desde la reforma política a la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos de 2012 diversas legislaturas estatales han adecuado su legislación para que sus ciudadanos cuenten con el derecho de candidatearse después de cumplir una serie de engorrosos requisitos. En la mayoría de los casos, los independientes han sufrido estrepitosas derrotas, pues no cuentan con la maquinaria para adquirir votos que sí tienen algunos partidos políticos. No obstante, el hecho mismo de que un ciudadano sin partido pueda ser postulado, puede ser considerado un logro.

Debemos estar conscientes de que los candidatos independientes no son santos. El hecho de no ser postulado por un partido político no significa que no se tengan compromisos ni malos antecedentes. Muchas veces surgirán políticos de la vieja escuela que al ver frustradas sus intenciones de contender por algún instituto se vayan “por la libre”.

Debemos decir que los mismos riesgos que tiene una persona con partido de corromperse, tiene el ciudadano sin partido. La única diferencia es que el primero cuenta con el respaldo de un grupo profesional y el segundo va, aparentemente, por su cuenta.

Lo que las candidaturas independientes pueden significar es que muchos ciudadanos honestos, que por dignidad se han resistido a formar parte de la clase política partidista, logren, por fin, participar en una contienda electoral. Así como veremos a ex priístas, ex panistas o ex perredistas haciéndose pasar por “independientes” (como el caso de ‘El Bronco’, gobernador electo por Nuevo León), podremos ver a genuinos ciudadanos apartidistas en las boletas el día de la elección.

Tocará al ciudadano en goce de sus derechos elegir con total libertad, para poder votar no sólo por el “menos peor” sino, como es el sueño de toda democracia, por el mejor…

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